Ciudadanía vs Violencia

Bajo el nombre HiperBarrio en Colombia se agrupan pequeñas comunidades de sectores de pocos recursos que, a través de Internet, denuncian enfáticamente la reaparición de la violencia en Medellín y el silencio por parte de la ley.

Jessica Carrillo Mazzali

Podríamos denominar de esa manera lo que está sucediendo en las periferias de toda el área metropolitana, un fuego silencioso, un fuego que todos lo ven y se esconden en sus hogares, por miedo, un fuego que quema desde los extremos y va poco a poco llegando al centro, corazón de la ciudad, lo más terrible es que quienes tienen que actuar (Gobierno) no lo quieren reconocer, y se esconden bajo la excusa de que “son casos aislados”, “es la violencia común”, “nada tiene que ver con lo que pasó, ahora estamos mejor”. Es real, es verídico, hay una reactivación de la violencia en la ciudad y demás localidades del valle del aburra, no responde a casos aislados, responde a una lógica propia del conflicto armado (…)”.

Narraciones como ésta se pueden leer hace meses en el blog colectivo HiperBarrio que está enmarcado con el proyecto ConVerGente, cuyo objetivo es contar, con pocos recursos y apoyados en los medios digitales, las historias de los barrios de los principales corregimientos (zonas rurales) de Medellín. Bajo el precepto de promover transparencia y “los beneficios de lo público” consiguen el impulso para desarrollar propuestas y acciones cada vez más participativas, libres, abiertas y democratizantes en la comunidad.

Dos Bitácoras

A parte de ser un medio digital que alberga diferentes temas de un sector que necesita ser escuchado, HiperBarrio trabaja junto a Global Voices Online, bitácora que se encarga de compilar, conservar y amplificar la conversación global en línea – arrojando luz sobre sitios y gente que otros medios de comunicación a menudo ignoran.

A su vez, Global Voices Online a través de Rising Voices, reúne y convoca a 17 grupos y comunidades desperdigadas por todo el mundo. Por medio de blogs, podcasts, y vídeos en DotSub y YouTube, se invita a la reflexión con cabeza propia y a publicar las experiencias, sentimientos y puntos de vista sobre el convulso mundo y las realidades que les tocó en suerte.

Basados en los planteamientos de Global Voices y de Rising Voices los habitantes de San Cristóbal en Medellín, uno de los 5 corregimientos que conforman a la zona rural de este sector en Colombia, decidieron denunciar el retorno de la violencia, a su vida cotidiana, producto de la guerra por territorio.

Los blogueros describen en sus trabajos cómo los delincuentes se suben a los autobuses y someten al chofer para que vaya a la velocidad que ellos decidan. Y los sacrificios que deben hacer para evitar la toma del transporte público y dejar de ser trincheras humanas: los residentes de la zona deben caminar al menos 40 minutos para tomar rutas menos peligrosas que los caminos regulares, que por lo general so las antiguas rutas que usaban antes de la construcción de las nuevas calles.

Según un miembro de HiperBarrio en uno de sus textos, hace tres años – cuando llegó al barrio perteneciente a la Comuna 13, del corregimiento de San Cristóbal – la violencia producto del conflicto armado eran historias que escuchaba de boca de los vecinos.

“Recién llegado no sabía que San Javier, el barrio en que habitaba, pertenecía a la Comuna 13. Cuando lo supe me alarmé, influenciado por las referencias que tenía del territorio a través de las noticias. Sin embargo pasaron los días y me di cuenta de que la realidad era un poco diferente. Algo que me producía curiosidad era la presencia visible de la fuerza pública, de ahí fue que me entere que vivía en ‘la 13’.

La Impunidad

“Han pasado tres años desde ese momento y todas las historias que me han contado otras personas sobre el pasado conflicto; las muertes y desapariciones de muchos habitantes del barrio; que me parecieron inauditas cuando me fueron narradas en su momento; han comenzado a tomar forma; y a convertirse en una realidad para mi,” relata el autor de la bitácora.

Los redactores de HiperBarrio, destacan que la impunidad y la ley del silencio por parte de las autoridades es la norma. Por esta razón decidieron contar su historia, hacerla pública desde las sobras. Desde el anonimato que les da el seudónimo, su único escudo contra la delincuencia organizada del conflicto armado colombiano.

Hoy en día, los residentes de las barriadas de la ciudad neogranadina se preguntan de nuevo cuándo podrán revivir aquel lema de la Alcaldía de Medellín que decía: “hemos pasado del miedo a la esperanza”. Esperanza que aún no habían recuperado producto de las cicatrices pasadas y que ahora vuelven a convertirse en heridas abiertas que manchan de sangre las calles de la barriadas de la segunda ciudad más grande de Colombia.

A pesar de que los términos periodismo ciudadano, ciberactivismo e infociudadanía no son nuevos, se han convertido en la única arma para luchar contra el conflicto armado que revive y se agudiza día tras día en la geografía esa ciudad.