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Más allá de la infraestructura: Necesidades de seguridad digital para escuela municipal de habla isiZulu en Johannesburgo

Categorías: Seguridad digital + lenguas

Ilustración de Siya Masuku para Rising Voices

Una versión de este artículo también está disponible en isiZulu [1]

El idioma de un vistazo

“El zulú o isiZulu es un idioma bantú del sur que se habla en el sur de África. Es el idioma del pueblo zulú, con unos 12 millones de hablantes nativos, que habitan principalmente en la provincia de KwaZulu-Natal de Sudáfrica. El zulú es el idioma materno más hablado (23 % de la población) y el idioma más hablado (46 % de la población) en el país”. — Wikipedia [2]

Reconocimiento: Uno de los 11 idiomas oficiales de Sudáfrica

Estado del idioma: 1 (Nacional). El idioma se usa en la educación, el trabajo, los medios y el Gobierno a nivel nacional.EGIDS scale, Ethnologue [3]

Recursos de seguridad digital en este idioma:

  • Ninguno identificado

Herramientas de seguridad digital en este lenguaje:

  • Signal ❌
  • TOR ❌
  • Psiphon ❌

Han pasado 31 años desde que se comenzó a utilizar internet en Sudáfrica. Sin embargo, para la escuela primaria Emseni, en Soweto [4], al sur de Johannesburgo, la posibilidad de acceder a ella acaba de llegar este verano de 2022. Se trata de una escuela estatal con más de 500 alumnos negros, donde aprenden en isiZulu, idioma materno de la escuela, y en inglés cuando los profesores escogen. La reciente llegada de internet es un momento relevante e histórico para pensar en las necesidades y deseos de seguridad digital de los hablantes, profesores y jóvenes estudiantes de isiZulu.

Como hablante de isiZulu, artista y activista del lenguaje, hice una investigación que tenía el objetivo de identificar patrones de comunicación entre la escuela y el departamento con respecto a la infraestructura y la conectividad a internet. Aprendí de los grupos focales y las entrevistas con el equipo de gestión escolar, el representante del órgano de gobierno escolar y el administrador de la escuela, que es la persona con más conocimientos técnicos sobre la infraestructura de internet en la escuela.

Es importante señalar que esta investigación concluyó un par de semanas antes de que internet llegara a la escuela primaria Emseni. Antes de que esto sucediera, mis preguntas se centraron en conocer los desafíos que enfrentaban los maestros y los alumnos debido a la disparidad de acceso en Sudáfrica, que ha dejado a muchas escuelas municipales de Soweto sin acceso a herramientas digitales. A pesar de los cambios recientes en el escenario, estas preguntas siguen presentes e igual de relevantes. Espero que dar a conocer mis aprendizajes y análisis de las experiencias de los maestros de la escuela y su reflexión sobre el acceso y las herramientas digitales contribuya a nuevas ideas y próximos pasos hacia un uso seguro y significativo del acceso reciente a la conectividad. Particularmente, considerando que la escuela ha estado operando sin biblioteca escolar desde su creación en 1972, creo que la posibilidad de aprender con una conexión segura a internet para escuelas como Emseni podría significar que maestros y alumnos podrán acceder a más información, específicamente en sus lenguas indígenas.

Mis observaciones claves en esta investigación son que falta comunicación interna entre los maestros y el Departamento de Educación. Por otra parte, el departamento no ha cumplido sus promesas de dar datos de teléfonos celulares a los maestros (tres hombres negros y 19 mujeres negras). Además, los recursos, que incluyen seis computadoras portátiles e infraestructura de internet de fibra, que ha puesto a disposición el departamento de educación están infrautilizados. Antes de saltar a más detalles y más ideas, contaré de mi relación con Soweto, la escuela y el contexto histórico en el que se ubican estas preguntas.

Soweto y el acceso desigual dentro de la ciudad de Johannesburgo

Soweto es un municipio de la ciudad de Johannesburgo en Gauteng, Sudáfrica. Su nombre es una abreviatura silábica en inglés de South Western Townships. Soweto se estableció en la década de 1930 cuando el gobierno blanco separaba a negros de blancos, y ahora se compone de 32 municipios agrupados. Con una población de más de 1,2 millones, 98 % negros, las culturas y tribus representadas hacen de Soweto el municipio negro más grande de su tipo en el país. Los idiomas más hablados son isiZulu (37,1 %), sesotho (15,5 %), setswana (12,9 %) y xitsonga (8,9 %). Otros idiomas constituyen el 25,7 % restante. El 17 de mayo de 2019, Telkom se embarcó en su primera gran inversión en conexión de fibra en las escuelas de Sudáfrica. Ese día, la escuela secundaria Orlando West fue la primera en Soweto en recibir una conexión de fibra. “Nuestro objetivo es garantizar que muchos sudafricanos estén conectados a internet rápido y de calidad. Con más personas conectadas, los datos costarán menos”, dijo el presidente ejecutivo de Telkom, Sipho Maseko, en la activación.

Crecí en varias regiones dentro de Soweto, conocí a niños que hablaban idiomas diferentes a mi lengua materna, el isiZulu. Algunos de los niños con los que me hice amigo procedían de hogares empobrecidos, otros de hogares acomodados. Esto me dio una mejor perspectiva sobre mi propia educación a medida que crecía. Entonces tuve la suerte de obtener una educación decente en los suburbios de Johannesburgo. En raras ocasiones, cuando no tenía que asistir a la escuela, acompañaba a mi madre a su trabajo en la escuela primaria Emseni. Allí desarrollé relaciones cercanas con los profesores y los alumnos. Fue entonces cuando me di cuenta de la diferencia de infraestructura entre las escuelas de los municipios y las de las zonas suburbanas.

Avani Singh, de ALT Advisory [5], opina que “las diferencias de acceso entre las escuelas urbanas, periurbanas y rurales también pueden constituir una discriminación injusta entre los alumnos”. Teniendo en cuenta este acceso desigual para contextos periurbanos, hay 261 escuelas primarias y 64 escuelas secundarias en Soweto, y Emseni es solo una. Si bien es relevante mencionar esto como una limitación del estudio (considerando la población más grande de hablantes de isiZulu y las escuelas que no están cubiertas en la investigación), también es relevante mencionar que Emseni es probablemente un representante de otras escuelas que quedaron atrás en infraestructura.

En el comunicado de prensa de 2020 [6], Singh señala los problemas detrás del acceso deficiente a internet entre las escuelas de los municipios: “Estos incluyen una adherencia limitada a las políticas por parte de los actores estatales, falta de coordinación e implementación ineficiente, infraestructura deficiente e instalaciones inadecuadas, falta de capacitación adecuada y asistencia de tecnologías de la información para maestros, y una dependencia excesiva de ONG y actores privados. El hecho de no alcanzar estos objetivos puede constituir una violación del derecho a la educación en la Constitución de Sudáfrica y en el derecho internacional”.

Además, esta falta de conectividad adecuada a internet y hardware informático en la escuela primaria Emseni ha puesto a los docentes en posiciones precarias. Los profesores se ven obligados a comprar sus propios datos para realizar tareas profesionales. La escuela cuenta con seis computadoras portátiles y teléfonos móviles que son propiedad del Departamento de Educación estatal. Surgen varios riesgos cuando un profesor que está utilizando un teléfono móvil propiedad del Estado sale de servicio y tiene que entregar el dispositivo a otro miembro del personal. Esto plantea problemas de salud y seguridad digital, como la seguridad de las contraseñas, la seguridad de la información confidencial, el equipo escolar que cae en las manos equivocadas, la contaminación por enfermedades o virus. “Es difícil”, dijo uno de los participantes de la escuela en un grupo focal. “Tengo que gastar en datos para asistir a reuniones en Microsoft Teams. Las computadoras portátiles las entrega la escuela a través de la recaudación de fondos y donaciones”.

Según el sitio web DIY Online Safety [7], “Mientras navega por la web, una tecnología sofisticada recopila datos sobre ti a través de proveedores de correo electrónico, aplicaciones de teléfonos móviles, motores de búsqueda, navegadores, mensajeros de redes sociales. En manos de quien le dé mal uso, esta información podría poner en peligro tu privacidad personal, tu control sobre tu identidad en línea y tu acceso a información gratuita”.

Faizal Patel, reportero tecnológico del diario sudafricano The Citizen, escribió; [8] “Debido a que estamos en línea todos los días y durante largos períodos, los riesgos de ser víctima de un ciberataque a través de internet están aumentando”. Luego citó a Pankaj Bhula, director regional para África de Check Point Software, por decir que la pandemia ha intensificado el uso de internet más que nunca. “Por este motivo, es importante conocer los peligros a los que nos exponemos cada vez que realizamos tareas como navegar por sitios o descargar una aplicación, y mantenernos protegidos con una postura de prevención para no poner en riesgo nuestros datos”, dice Bhula.

Es más, los dispositivos electrónicos son una parte integral de sus usuarios. Cada usuario accede a su información privada mediante contraseñas. Hay una tendencia a utilizar las mismas contraseñas para diferentes aplicaciones. Puede suceder que un profesor use la misma contraseña y configure el dispositivo para recordar esa contraseña. La privacidad de ese maestro corre peligro si tiene que compartir inesperadamente el dispositivo con otra persona. “Solo los administradores tienen acceso a las computadoras portátiles. Las reuniones requieren que nos reunamos alrededor de una computadora portátil. Podemos ser seis a la vez”, dijo un participante.

¿Qué sigue?

Teniendo en cuenta lo que aprendí de este contexto, preveo cambios importantes con la llegada de internet a la escuela primaria Emseni. Por ejemplo, los profesores gestionarán mejor sus tareas y tendrán acceso a contenido más relevante para dar a los alumnos.

Aunque los alumnos tienen acceso limitado a internet en este momento, me imagino que los maestros ampliarán sus comunicaciones con el uso de internet y contribuirán al avance de las lenguas indígenas en línea. Sin embargo, el acceso técnico por sí solo no es suficiente y, junto con estos cambios, preveo desafíos que deben tenerse en cuenta. Por ejemplo, ¿cómo aprenderán los maestros sobre seguridad digital? ¿Cuáles serán las limitaciones si no hay recursos de isiZulu disponibles para ellos? ¿A quién recurrirían?

Para superar estos desafíos, sugiero las siguientes recomendaciones basadas en mis aprendizajes de este estudio:

El ímpetu para integrar el aprendizaje a través de las lenguas indígenas no debería estar solo en internet, sino también en los medios impresos. Más literatura en lenguas indígenas es esencial; por lo tanto, una biblioteca escolar completamente funcional con una conexión segura a internet debe ser la próxima prioridad para la escuela. Los jóvenes estudiantes deben ser introducidos antes a internet a través de la biblioteca escolar y deben recibir orientación sobre cómo contribuir al avance de sus lenguas indígenas a través de la lectura y la escritura en medios impresos y digitales.

Las investigaciones han demostrado que el primer idioma de los alumnos es el idioma óptimo para la alfabetización y el aprendizaje en la escuela primaria. “Los estudiantes cuyo idioma principal no es el idioma de instrucción en la escuela tienen más probabilidades de abandonar la escuela o reprobar en los primeros grados”, escribe Jessica Ball paraGlobal Partnership for Education [9]. Estos son derechos educativos y digitales básicos, no lujos o, por así decirlo, “bienes agradables”. Además, estos derechos también deben aplicarse al proceso de aprendizaje digital de los estudiantes: los recursos y los programas de capacitación en lenguas indígenas como isiZulu son esenciales para desarrollar habilidades digitales y respaldar su seguridad y protección en línea. Se necesita una mejor comunicación y una acción decisiva por parte de los maestros y el Departamento de Educación.

No dar a las escuelas de los municipios la infraestructura adecuada pone en desventaja el futuro de los estudiantes, y sus idiomas indígenas se volverán irrelevantes en la era digital. Por “infraestructura” no me refiero a computadoras, cables y enrutadores para acceder a internet, sino al conocimiento necesario para interactuar con internet. Los alumnos de las escuelas municipales confían en los maestros y el Departamento de Educación para comunicarse mejor y tomar medidas para priorizar el acceso digital y la seguridad en las escuelas. Si eres inversionista o alguien con acceso a financiamiento, te insto a presentarte y ayudar a que las escuelas como Emseni se conviertan en el trampolín hacia un futuro prometedor para las mentes jóvenes y ansiosas del mañana.

Cuando comencé mi investigación para descubrir los problemas subyacentes detrás de la falta de acceso de Emseni a una conexión a internet segura y protegida, no preví que esta capa del problema se resolvería tan rápido como lo hizo. Ahora reivindico que es necesario cuidar las otras capas de acceso que siguen siendo tan importantes: la comprensión de los recursos educativos de seguridad informática y digital en isiZulu que apoyarán a los estudiantes y docentes en esta nueva etapa de la escuela.

Los alumnos de las escuelas de municipales deben obtener la misma calidad de educación que los alumnos de las escuelas suburbanas. ¿No dirías que los jóvenes estudiantes que hablan isiZulu necesitan más contenido en su idioma y merecen acceso a internet?

Debo agradecer a los miembros del personal de la escuela primaria Emseni por su participación voluntaria en la investigación. Además, mi agradecimiento se dirige al equipo de Rising Voices que brindó su experiencia y los recursos necesarios para hacer posible esta investigación.

Para más historias e información de las comunidades lingüísticas participantes, visita la página proyecto “Digital Security + Language” [10]