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Ayuujk-amïxän: Imaginar estrategias de seguridad digital desde la escucha a las personas mayores

Categorías: Seguridad digital + lenguas
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Illustration by Alejandra Alhil for Rising Voices

Una versión de este artículo estará disponible próximamente en Tlahuitoltepec Mixe.

Por María Alvarez Malvido en conversación con Tajëëw Díaz Robles.

La lengua en un vistazo

“El mixe de Tlahuitoltepec es una lengua mixe hablada en México. Consta de un dialecto principal, hablado en los pueblos de Tlahuitoltepec, San Pedro y San Pablo Ayutla y Tamazulapan, con dialectos divergentes en Tepuxtepec, Tepantlali y Mixistlán. Es una lengua polisintética con marcación de cabeza y un sistema inverso”. – Wikipedia [2]

Reconocimiento: Una de las 68 Lenguas Indígenas reconocidas como “Lenguas Nacionales”.

Recursos de seguridad digital en esta lengua:

  • Ninguno identificado

Herramientas de seguridad digital en esta lengua:

  • Signal ❌
  • TOR ❌
  • Psiphon ❌

En la sierra mixe de Oaxaca, México, se entretejen dos largos caminos desde el territorio: la revitalización de la lengua ayuujk y la creación de espacios de formación propios. Entre estos procesos que se siembran desde la autonomía y la organización comunitaria, aparecen también las tecnologías digitales y con ellas nuevas preguntas y propuestas para usarlas como herramientas seguras ¿Cuál es la percepción de la seguridad digital para las personas hablantes de ayuujk? ¿Cómo las piensan quienes también han pensado la lectoescritura de su lengua por tantos años?

Preguntas como estas trascienden la mirada de la seguridad digital que comúnmente se dirige a las personas jóvenes, para apuntar hacia la experiencia de aquellas mayores, y escucharlas. Surgen junto con propuestas desde las diversas experiencias de habitar el territorio y ser bilingüe, específicamente el de la comunidad de Santa María Tlahuitoltepec.  Algunas de estas experiencias, como las sugeridas en este texto desde las reflexiones de la activista Tajëëw Díaz Robles, se vuelven puntos de partida para aprender de maestros jubilados y bilingües: reconocer sus trayectorias, su relación con la lengua materna y su capacidad de mirar hacia el pasado para continuar el andar con pasos firmes. 

“Tlahui”, como se nombra comúnmente a la comunidad, está ubicada en la parte alta de la sierra mixe donde habita gran parte del pueblo ayuujk (o mixe, en español), conocidos como “los jamás vencidos” por su histórica resistencia a diversos procesos de colonización. Actualmente, de 19 municipios mixes, 17 se rigen por sistemas normativos indígenas, es decir, que son definidos al interior de las comunidades y no tienen interferencia directa o normada por los partidos políticos. 

Para diversas personas, proyectos y comunidades de todo el mundo, Tlahuitoltepec nos ha dado diversos motivos para aprender de su organización comunitaria, su defensa de la autonomía y de la diversidad desde lo local. Un entramado profundo y complejo, y hasta cierto punto imposible de comprender en su totalidad para quienes nos acercamos como akäts (como se nombran en ayuujk a las personas que venimos de fuera del territorio mixe). Sin embargo, existen proyectos que reflejan con claridad aquellos largos procesos comunitarios que si bien existen desde y para el territorio, dan al mundo mucho que aprender. 

Por mencionar algunos ejemplos, está el reconocido Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (CECAM) donde se forman músicos de toda la región desde hace más de treinta años, con metodologías de formación que responden a la presencia indispensable de las bandas filarmónicas en la región. También el proyecto de formación comunal a nivel superior, que ha tomado la forma de la Universidad Comunal Intercultural del Cempoaltépetl [3]-Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca (UNICEM-UACO) con licenciaturas pensadas desde y para la comunidad, como aquellas en Comunicación Comunal y en Territorio, la de Bien Vivir Comunal y la próxima maestría en Ku'ayuujk Comunalingüística mixe.

Por otro lado, están los pronunciamientos [4] y decisiones de la comunidad ante el plagio de su blusa tradicional en manos de empresas extranjeras y extractivistas, mismo que se han convertido desde 2015 un precedente importante para problematizar el racismo multicultural en la compra y venta de textiles originarios en México [5], y pensar mecanismos de protección de los mismos. También, los más de 20 años de experiencia en comunicación comunitaria que se transmiten desde la cabina de la radio comunitaria ayuujk Jënpoj, y cuya trayectoria ha sido también un precedente importante para la incidencia en el reconocimiento de los medios de comunicación indígena en México. 

Si bien el activismo lingüístico se encuentra entretejido con los ejemplos anteriores, también existen desde Tlahui y la región mixe diversos ejemplos específicos que dan cuenta de una organización comunitaria e inter-comunitaria para el fortalecimiento de la lengua ayuujk (o mixe, como se nombra en español). Por ejemplo, las Semanas de Vida y Lengua Mixes (Sevilem), que han sido durante más de 30 años un espacio para cultivar el estudio de la lengua y la cultura ayuujk, articulando la experiencia de diferentes actores comunitarios como los abuelos, las abuelas, maestros bilingües y jóvenes de diversas comunidades. 

En un espacio más reciente que da continuación a la trayectoria de revitalización lingüística en la región ayuujk, el Colmix [6]es también un ejemplo de esfuerzos articulados que reconocen la necesidad de continuar la reflexión y defensa de la lengua, y honrar su resistencia ante tantos años de colonización. También, de cuestionar las estrategias e investigaciones que se realizan desde el exterior para construir unas que sean propias y problematizar la narrativa que se ha construido en torno a las lenguas originarias. Y finalmente, como un espacio para caminar las preguntas que surgen del encuentro de la lengua con diversas plataformas o formatos, como los espacios digitales. 

Tajëëw, originaria de Tlahui y miembro del colectivo, comparte algunas reflexiones para pensar y caminar estrategias de seguridad digital en su comunidad. Las ideas se nutren de un proceso de investigación en su comunidad en colaboración con Rising Voices, que consistió principalmente en un recorrido por la llegada de las telecomunicaciones en Tlahui, y en la escucha de tres maestros jubilados de dos comunidades: Tlahuitoltepec y San Pedro y San Pablo Ayutla. Ambas pertenecen a la zona alta de la región, con dos comunalectos, o comunidades de habla, que tienen un nivel de inteligibilidad alto y además colindan en sus territorios a media hora en transporte público. 

La escucha a los maestros jubilados para pensar la seguridad digital en relación a la lengua es una propuesta que resulta relevante para imaginar estrategias concretas, aprendiendo de sus historias de vida, y su papel central en el desarrollo de la lectoescritura del ayuujk. Para entender la relevancia de hacerlo así, resulta necesario asomarnos a la particularidad de sus experiencias en una comunidad como la de Tlahui. 

El ayuujk, los maestros y el activismo por la lengua.

Para Tajëëw, los maestros y las maestras han jugado un papel fundamental como mediadores entre los pueblos indígenas y el estado mexicano, sobre todo en la segunda parte del siglo pasado en el caso de la región mixe. En un primer momento, como vías o mecanismos de imposición del español y la inclusión de los pueblos al proyecto de nación en México. Algunos también como personas organizadas en iniciativas personales y colectivas hacia el desarrollo de la educación comunitaria, cuyo eje central es la revalorización de la lengua ayuujk. Explica Tajëëw:

Las escuelas y las tecnologías de la comunicación fueron demandas permanentes en la región, primero los caminos y tiempo después las computadoras, la telefonía y el internet. Es en este contexto que el papel de los primeros maestros, la mayoría de ellos hoy jubilados toma relevancia e importancia. No son nativos de las tecnologías, sin embargo, por sus trabajos se vieron en la necesidad de utilizar diversas tecnologías, con desconfianza por su desconocimiento y actualmente con desconfianza por todas las amenazas que representan.

Poner al centro la escucha de sus experiencias, es reconocer sus sensaciones al relacionarse con las tecnologías digitales. Igual de importante, su papel en los esfuerzos de promocionar el uso de la lengua ayuujk, pero también su propia experiencia de aprendizaje de la lengua. Es decir, que no sólo se trata de hablantes sino de personas que participaron en un sistema educativo bilingüe y han tenido un proceso de formación – formal o informal- en los que han pensado y desarrollado bases de gramática y lectoescritura. Esto resulta importante cuando consideramos que el uso de la lengua mixe en las redes sociales, páginas y correos electrónicos depende en gran medida del dominio de su escritura. 

Para entender esta relevancia, que no se centra nada más en la oralidad de la lengua, Tajëëw explica la necesidad de reconocer otro argumento clave. Se trata de replantear el discurso de que las lenguas originarias son únicamente orales y no tienen escritura. Tajëëw, y el trabajo colectivo desde el Colmix, ha posicionado el cuestionamiento de esta narrativa, y la importancia de reconocer que varias lenguas vivas, como el mixe, tuvieron una interrupción de su proceso de escritura. Es decir, “que limitarlas a la oralidad se convierte en una narrativa que contribuye a su discriminación y limitan su desarrollo en el soporte escrito”.

La falta de reconocimiento a la escritura como una posibilidad para las lenguas indígenas, se ve también reflejada también en el mundo digital. Por ejemplo, en la ausencia de plataformas digitales localizadas en diversas lenguas, que podría dar paso a una gestión más local de las cuestiones de seguridad digital. ¿Cómo no escuchar entonces a las personas pioneras en el activismo de una de las lenguas que resisten en el mundo? ¿Aquellas cuyas historias de vida forman parte del desarrollo de la escritura del ayuujk?

Necesidades de (in)formación sobre seguridad digital

En este contexto se reafirma entonces, la necesidad de conocer más sobre la percepción de seguridad digital de personas mayores.  Algunas identificadas por Tajëëw en conversación con tres maestros jubilados, están relacionadas con prácticas que realizan en torno al uso seguro de contraseñas y respaldos de información. Sin embargo, existen dudas compartidas que generan desconfianza en el uso de las tecnologías digitales. Por ejemplo, la incertidumbre en torno al registro de ubicación que realizan los teléfonos inteligentes, sin conocer por qué o cómo podrían cambiar esa configuración. O experiencias cercanas de estafas vía Facebook o WhatsApp desde personas que solicitan transferencias bancarias a través del robo de identidad de otras personas usuarias. De esta forma, resulta tan necesario considerar sus percepciones y atender sus dudas en torno a la seguridad digital, como aprender de sus experiencias con relación a la lengua. Acompañarles así con información de hábitos y estrategias que les den seguridad a sus caminos de comunicación y revitalización linguística en el mundo digital. 

Para esto, explica Tajëëw, es necesario “reconocer la capacidad de los adultos mayores para hacer uso de las tecnologías para transmitir sus lenguas, no solo en sus familias, sino también a un público más amplio”. De este primer acercamiento, surgen entonces cuatro recomendaciones concretas para atender las necesidades de acceso a información para sentirse seguros en Internet: 

  1. El diseño e implementación de talleres que sean especialmente para personas mayores sobre los temas de seguridad con temas como el uso de contraseñas y el cifrado de los teléfonos, además de las formas de usar de manera más segura las redes sociales. Considerar la importancia de espacios diseñados especialmente por grupos de edad para elegir qué tipo de información y cómo se comparten es fundamental. 
  2. Diseñar e implementar capacitación para ordenar y respaldar información de los teléfonos y computadoras, tanto de su comunicación cotidiana como el resguardo seguro de testimonios y documentos de las personas mayores tienen. Similar al anterior, reconociendo la potencialidad que tienen en el uso de las tecnologías con mayor confianza y seguridad.
  3. Que los talleres sean en ayuujk y que se siga difundiendo información en la radio. El desarrollo de contenidos de audio sobre todo para radios comunitarias y últimamente una combinación del uso del formato de podcast y luego su transmisión en radios, permite vislumbrar ese medio como uno de los que podrían ser útiles para difundir información sobre seguridad digital.
  4. Que la información sobre el tema debe provenir de espacios que tengan cierta seriedad y experiencia en el tema concreto, ya sea desde organizaciones no gubernamentales, colectivos y espacios de formación, considerando que existe desconfianza sobre el tipo de información que se comparte. 

Si bien las reflexiones compartidas anteriormente surgen del contexto específico de la región mixe alta, resultan un ejemplo más del cual aprender y ampliar la mirada cuando pensamos la “seguridad digital” en relación a las lenguas indígenas como el ayuujk. Tanto para otros contextos de lenguas originarias, como a los enfoques convencionales en los que se discuten estrategias y colaboraciones hacia la seguridad digital. Entretejer la escucha y el reconocimiento de las personas mayores, sus experiencias de vida como personas bilingües y pioneras del activismo lingüístico, podría sentar las bases para estrategias locales que ofrezcan mayor seguridad a quienes hacen del mundo un espacio más diverso.

Para más historias e información sobre comunidades lingüísticas participantes, por favor, visita la página del proyecto “Seguridad digital + lenguas” [7]