La autora Andrea Chong Brás es gestora de la comunidad de Localization Lab. Trabajó con Jaqi Aru en el proyecto que tradujo al aymara la aplicación Orbot.
Una comunidad virtual boliviana de activistas de aymara tradujo la aplicación de seguridad digital Orbot a su lengua materna para ayudar a fortalecer la seguridad en línea de sus hablantes y también hacer que su lengua esté más representada en el ciberespacio.
Orbot, aplicación para descargar en teléfonos Android, crea una conexión de internet móvil privada al encriptar el tráfico y ocultarlo mediante el rebote entre varias computadoras alrededor del mundo, función útil cuando se accede a información bancaria privada a través de una conexión inalámbrica pública o se envía información personal en línea.
Es la primera vez que una aplicación de este tipo está disponible para hablantes de aymara gracias a Jaqi Aru, comunidad de voluntarios que desde 2009 promueve la traducción del aymara y la creación de contenido en línea. Entre los proyectos anteriores del grupo está la traducción de Facebook; actualmente traducen artículos para Global Voices y promueven la traducción y creación de contenido en Wikipedia.
Para la traducción de Orbot, Jaqi Aru tuvo ayuda de coordinación de Localization Lab, que trabaja con comunidades linguísticas alrededor del mundo para hacer que la tecnología de código abierto esté abierta al público. Para la directora ejecutiva, Dragana Kaurin, traducir tecnología es una cuestión de sentido común y de derechos linguísticos:
Every Internet user needs to worry about protecting themselves online, from protecting their passwords to preventing viruses and securely surfing the web. But talking about digital security can be confusing for a lot of us, and adding a language barrier on top of that can mean preventing people from accessing much-needed technology.
Cada usuario de internet debe preocuparse por protegerse en línea, desde las contraseñas hasta la prevención de virus y navegar de forma segura por la web. Pero hablar de seguridad digital puede ser muy confuso para muchos, y sumarle una barrera linguística puede significar negarle a algunos el acceso a tecnología tan necesaria.
El aymara es lengua oficial en Bolivia y en parte del Perú y se habla en el norte de Chile y Argentina. Es una de las pocas lenguas indígenas de América con más de un millón de hablantes y, sin embargo, tiene una baja presencia en línea, como muchas lenguas minoritarias.
Rubén Hilare Quispe, secretario general de Jaqi Aru, dijo a Global Voices:
La gente quiere saber cómo protegerse en internet y, ahora que tenemos esta aplicación en nuestra propia lengua, podemos empezar a enseñar cómo usarla.
Aymara en la era digital
Rubén recuerda los tiempos cuando hablar su lengua materna estaba prohibido en el salón de clases: “En la escuela primaria, nos castigaban si hablábamos aymara. Todo tenía que ser en español”.
Muchos estudios atribuyen el elevado nivel de abandono escolar en las comunidades rurales bolivianas durante la década de 1980 y 1990 a las agresivas políticas linguísticas a favor del español que marginaban a los hablantes de lenguas indígenas.
Siglos de gobierno colonial español junto con políticas que favorecieron la lengua española en marcos educativos e institucionales llevaron a la severa marginación de comunidades indígenas. Esto quiere decir que las lenguas indígenas fueron “exiliadas en su propia casa” — y dejaron a muchos avergonzados de hablar su lengua materna en público.
Recientes cambios en el sistema educativo han modificado el enfoque hacia la diversidad linguística, pero hablantes de lenguas indígenas continúan enfrentando niveles desproporcionados de discriminación en Bolivia — con serias consecuencias para los hablantes de aymara.
Aunque casi 17 % de los bolivianos se identifica como hablante aymara, se considera que la lengua está amenazada con una disminución de aproximadamente 2 % de hablantes por año.
Los activistas de la lengua de Jaqi Aru están trabajando para revertir esta tendencia. Para el director ejecutivo, Edwin Quispe Quispe, parte de la motivación detrás del trabajo de la organización se basa en cuestiones más profundas de identidad, idioma y lo que significa ser miembro de la comunidad aymara:
Casi en la mayoría de los pensum académico de carerras está introducido lo que es la historia cultural andina. A muchos de nosotros nos genera preguntas sobre la identidad. Nos preguntamos, ¿quiénes somos?¿cuál es nuestra identidad? […] La lengua es nuestra identidad. Si perdemos la lengua, perdemos nuestras tradiciones, nuestra cultura, nuestras historias, nuestros conocimientos ancestrales — perdemos todo.
Los índices de penetración de internet continúan creciendo en diferentes partes del mundo, y lo mismo ocurre con la demanda de tecnología en diferentes idiomas. Hay una creciente necesidad de “adaptación“, proceso de adaptar contenidos para el público local.
Naturalmente, las empresas dan prioridad a la “adaptación” si le trae beneficios económicos. Que la tecnología esté accesible en idiomas minoritarios casi nunca alcanza estos parámetros, lo que deja a hablantes de idiomas como el aymara relegados a las periferias de internet. Según Rubén:
Depende de qué lengua nace una herramienta, entonces es la que tiene el privilegio y las otras lenguas carecen de su presencia, como es el caso de la aymara.
Según Kaurin, los programadores de Orbot están trabajando duro para que el acceso lingüístico sea una prioridad:
The Guardian Project [developers of Orbot app] is really dedicated to making their apps available in as many languages as possible. We have been coordinating the localization of Orbot for a while, and jumped at the chance to collaborate on an event around the Aymara language.
Los programadores de la aplicación Orbot de Guardian Project están dedicados a hacer sus aplicaciones accesibles en la mayor cantidad de idiomas posible. Hemos estado coordinando la adaptación de Orbot desde hace algún tiempo, y aprovechamos la oportunidad para colaborar en una actividad en torno al aymara.
Aparte de la seguridad digital, los miembros de Jaqi Aru ven esta aplicación como otra forma de asegurarse que el aymara sigue vivo, crece y gana su merecido espacio en el mundo virtual. Cuando le preguntan qué significa para su comunidad tener una aplicación como esta en aymara, Rubén responde:
Hay gente que dice con menosprecio: ¿pero qué tienen en aymara? [Orbot] es una de esas muestras de lo que podemos hacer con el aymara. La gente ve y dice: “Wow, el aymara sí tiene lugar en las cuestiones tecnológicas”.