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¿Por qué tenemos hashtags rotos en tuꞌun savi y en otras lenguas minorizadas?

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Es un problema que seguramente varios han notado: cuando queremos hacer un hashtag con el nombre de nuestra lengua (#Tu'unSavi, #Me'phaa) o con cualquier otra palabra con la consonante glotal (#Të'ëxyëjk, “mujer” en ayuujk), el hashtag se rompe a partir del signo ‘, el cual se suele utilizar al escribir en la computadora. Algunos ñuu savi hemos creído resolver el problema escribiendo #TuunSavi, pero eso significa renunciar a una letra que, en ciertos contextos, hace una diferencia de significado, y lo que deseamos es un sistema que nos brinde precisión al escribir.

La razón por la que el hashtag se rompe es que estamos utilizando el apóstrofo (‘), un carácter especial que, como tal, no es admitido para formar un link de esta clase (según las reglas de Facebook, tampoco es posible usar espacios ni signos de puntuación). Además, el signo que se ha querido representar con un apóstrofo es, originalmente, un saltillo: minúscula (ꞌ) y mayúscula (Ꞌ), que sí es una consonante y, por lo tanto, es reconocido por páginas como Facebook y Twitter para formar hashtags: #TuꞌunSavi, #Meꞌphaa, #Tëꞌëxyëjk.

¿Cuál es tu palabra favorita con saltillo?

Usa el hashtag #MiLenguaꞋMiSaltillo y tuitea tu palabra favorita en tu lengua. Puedes usar este botón [1] para copiarlo.

Una vez encontrada la letra correcta y apropiada para las redes sociales, la solución debería ser fácil, pero no lo es. Resulta que los teclados estándar no incluyen el saltillo (o por lo menos no de manera evidente), por la simple razón de que fueron diseñados para lenguas sin esa consonante.

El auge de las redes sociales ha traído oportunidades y beneficios de los cuales las lenguas minorizadas deberían poder participar como cualquiera de las otras lenguas. El hashtag se utiliza (o debe poder utilizarse) en cualquier lengua, ya sea para campañas políticas, demandas sociales o para subir selfies. El punto aquí es que nuestros idiomas deben poder usarse en la red igual que cualquier otro; la igualdad también consiste en tener oportunidad de usarlos para cualquier propósito.

El problema del hashtag es solo uno de tantos existentes para lenguas minorizadas, en el campo de las tecnologías de escritura. Son muchos los idiomas cuyos hablantes tienen dificultades al escribir en la computadora porque los signos necesarios no están disponibles o no son fácilmente accesibles (las vocales nasales, la i herida, la n velar), o porque el autocorrector les “corrige” la ortografía. ¿Han notado que los exploradores (por ejemplo, Google Chrome) no saben cómo leer algunas de nuestras letras o que los teléfonos ni siquiera permiten visualizar signos como el saltillo (y aparece un espacio en blanco en su lugar)? Por supuesto, estas características de la tecnología obstaculizan la presencia, en internet, de las lenguas originarias que utilizan estas letras. Si nuestros idiomas de por sí están perdiendo funciones en la vida diaria, es dañino que una función tan básica como el uso personal de la lengua en internet esté obstaculizado por la falta de tecnología apropiada.

Entonces, ¿por qué tenemos hashtags rotos en tuꞌun savi y en otras lenguas minorizadas? Porque la tecnología es inapropiada y sus desarrolladores no nos han tomado en cuenta. Así pues, nos toca modificar las herramientas, ya que el desarrollo y consolidación de la escritura en nuestras lenguas requiere de tecnologías apropiadas para representarlas de una manera precisa e incluso estética, como se ha podido hacer con las lenguas mayoritarias.

 

Algo de información práctica para escribir el saltillo

Por ahora, las soluciones son estas: 1) copiar la letra de Wikipedia o de algún documento; 2) usar el código ASCII; 3) usar un teclado modificado. Estas opciones se explican paso a paso y con imágenes el siguiente documento (formato pdf) [2]

Por otro lado, el SIL ha publicado algunas herramientas gratuitas [3] para modificar teclados. También se puede buscar el trabajo del tipógrafo Manuel López, que ha estado modificando teclados para lenguas de México y una de Colombia (Proyecto Gente [4]).