I. Introduction
II. Diseño y Metodología
III. Descripción de Casos
IV. Hallazgos
V. Recomendaciones
Como se ha mencionado anteriormente, por lo general, los promotores de iniciativas digitales en lenguas indígenas en América Latina rara vez se identifican como “activistas”. No obstante, el término comienza a generar cierta tracción, en buena medida a partir de los eventos y la reflexión promovida por el programa Rising Voices en torno de las lenguas indígenas en los últimos dos años1. Así, en el evento de retroalimentación al que se convocó en mayo del presente año, 44% de los participantes se identificaron (a pregunta expresa) como “activistas” mientras que 38% lo hicieron como “promotores”. El porcentaje restante utilizó otros adjetivos para auto-identificarse en relación a su trabajo digital.
Sin embargo, cuando se preguntó a los representantes de los proyectos que forman parte de nuestra muestra qué término usaban para referirse a su trabajo y cómo se identificaban ellos mismos respecto a la promoción de las lenguas indígenas que realizaban, las respuestas casi nunca (con excepción de Zapoteco 3.0) hicieron referencia al término “activista”. Uno de los términos para auto-definirse más cercanos a esta noción fue “militantes de la lengua” (Kichwa.Net). Otros maneras de auto-identificarse también fueron: educadores, promotores, dinamizadores, comunicadores, conscientizadores y localizadores. Pero el término más comúnmente usado en este ejercicio de auto-presentación fue el de “revitalizadores”2.
Por otra parte, una de las formas más inspiradas de explicar el trabajo realizado fue en tanto que esfuerzo de “apropiación indigena” del internet3. Esta idea fue expresada en los siguientes términos por Víctor Carilaf, de Kimeltuwe:
Nuestra idea está como en eso. Es como ‘mapuchizar’ las redes sociales, ya sea Twitter, ya sea Facebook, sea YouTube. En YouTube quizás existe más material. Pero por ejemplo, no es así en Twitter […]. Hemos creado conciencia de la lengua, que todavía existe, aunque mucha gente dice que ya no. Gente que nunca ha tenido relación con nosotros [los mapuches] dice que no. Entonces también es eso, ‘mapuchizar’, si podemos subir una imagen, como las que subimos, y que eso se pueda retuitear, se pueda difundir, genial para nosotros. Esa es en el fondo la idea.
Implícitamente, es el mismo objetivo que persigue el proyecto Quechua Memes, en palabras de Marisol Mena Antezana:
¿Por qué Quechua Memes en internet? Yo siempre era bien observadora. Antes con el Messenger, veía muchas postales hermosas en castellano. También veía memes muy graciosos y me distraían. Y me pregunté: ¿por qué no hacerlos en quechua? Y ¿cómo puedo insertarlos en internet?
De esta forma, además de verse a sí mismos como “educadores” y “revitalizadores” en y de sus propios idiomas, los aquí considerados como “activistas digitales” también se ven a sí mismos como “indigenizadores” del internet. Esto los ubica en el espacio intermedio entre la comunidad y el mundo digital, como un “puente” (como se auto-definen los integrantes del Colectivo Tzunhejékat).
Por otro lado, es claro que para varios de quienes encabezan estos proyectos se trata también de ejercer sus derechos culturales y lingüísticos como pueblos originarios. Esto es muy claro en la forma en que se expresan los representantes de Kichwa.Net, LlR, Quechua Memes, Radio Yúuyum, Yolitia y Zapoteco 3.0. Para Victoriano de la Cruz (Yolitia) publicar de manera electrónica en lengua náhuatl puede interpretarse incluso como una forma de desafiar el racismo que sigue imperando contra los hablantes de lenguas indígenas.
A pesar de que su trabajo apunta a cumplir una agenda de derechos culturales y lingüísticos consagrados en leyes, tratados y acuerdos (como el derecho a la comunicación en lengua propia4), son pocos los proyectos de nuestra muestra que apuntan directamente a influir en la definición de políticas públicas de sus países. En donde registramos excepciones, las acciones de los protagonistas se enfocan en los procesos de documentación y normalización lingüística, en la definición de leyes secundarias y de contenidos escolares en lengua originaria (directamente, a través de la participación en comités – Colectivo Tzunhejékat, Kichwa.Net, o indirectamente, a través del apoyo a movimientos de base – Ndatiaku Tu’un Savi, o de la producción de materiales educativos que pueden ser usados en el aula – Kichwa.Net, Kimeltuwe, Vamos a Aprender Mixteco). Al vincularse con el trabajo del Comité de Desarrollo Lingüístico de la Lengua Mixteca, el proyecto Ndatiaku Tu’un Savi utiliza una estrategia doble: por un lado apoya las tareas de documentación lingüística y, por el otro, le da mayor visibilización y resonancia al trabajo de este movimiento de base.