Protagonistas, Inspiración, Trayectorias

La muestra definida para esta investigación privilegió aquellas iniciativas en las que se detectaba un fuerte liderazgo y protagonismo de actores indígenas. Nuestro estudio se basó en la auto-identificación para establecer la identidad indígena de los participantes en estos proyectos. En varios de los casos, la conciencia de ser parte de un pueblo o nación indígena fue citada como la principal inspiración para iniciar un proyecto digital. Sin embargo, no todos los protagonistas de estas iniciativas se identificaron como pertenecientes a un pueblo originario; por ejemplo, los integrantes del Colectivo Tzunhejékat y del proyecto Vikipetã. En estos dos casos, la fuente de inspiración se dio a partir de una conciencia social y lingüística, que no correspondía a una pertenencia histórico-cultural o a una explícita afiliación étnica.

Un número importante de los actores del estudio iniciaron sus proyectos digitales inspirados por la formación académica recibida en diversas universidades1, otros se vieron influidos por su trabajo en organizaciones de la sociedad civil, otros por su experiencia previa como comunicadores y periodistas, y por lo menos un caso surgió a partir de la participación política indígena a nivel internacional (Wayuunaiki para el Mundo). Un caso interesante es el de Vamos a Aprender Mixteco, ya que el autor del método de enseñanza de la lengua, un hablante indígena de más de 70 años, logró sobreponerse a la discriminación sufrida en su juventud para inspirarse y comenzar a desarrollar su método por iniciativa propia. Otro caso significativo es el de Kimeltuwe, ya que el proyecto nace y crece de forma claramente espontánea en internet; sus protagonistas no se encontraron en persona sino prácticamente después de un año de comenzar a trabajar juntos.

El peso del trabajo educativo también es muy sobresaliente en la muestra. Un número importante de las iniciativas se estructuran a partir de la producción de medios y contenidos digitales con una innegable intención pedagógica4. Los medios digitales producidos por estos proyectos tienen como objetivo principal servir de apoyo, inspiración y guía para el aprendizaje y la práctica de la lengua indígena. Para otros proyectos el objetivo más importante es promover un tipo de comunicación cultural y lingüísticamente significativa5. Aquí se trata de usar la lengua materna en contextos negados o poco frecuentes, como los medios masivos de comunicación (radio), las publicaciones académicas y las redes sociales. Finalmente, un tercer tipo de énfasis consiste en demostrar pragmáticamente la viabilidad de los idiomas originarios en la vida contemporánea, a partir de la “localización” de plataformas tecnológicas populares6. Debido a lo anterior, no es extraño encontrar que, en gran medida, varios de quienes lideran los proyectos de la muestra son profesores de educación básica o incluso docentes de nivel superior7, así como lingüistas8. Otro perfil recurrente es el de comunicadores y periodistas9, aunque lo que más destaca es la participación de diseñadores10 y artistas visuales (Kimeltuwe), quienes han logrado hacer visual y estéticamente atractivos sus proyectos. Sólo de manera muy puntual y generalmente a través de alianzas se ha contado con programadores especializados.

En nuestra muestra fue muy notorio el empuje, creatividad y constancia de ciertos individuos. Se trata de un protagonismo que podría interpretarse claramente como la forma más típica de “activismo” en ciertos contextos culturales. Este es claramente el caso de Rodrigo Pérez y su proyecto Zapoteco 3.0. Por el contrario, fueron varios los proyectos que se autodefinieron como “colectivos” (por ejemplo, Colectivo Tzunhejékat, Kichwa.Net y Ndatiaku Tu’un Savi). Aquellos donde el liderazgo de cierta figura dentro de un grupo de colaboradores es más notorio son los casos El Chilam Balam, Maya Tz’utujil, Quechua Memes, Radio Yúuyum y Yolitia. No obstante, éstos siguen siendo presentados como iniciativas grupales. Otros casos se apoyaron en esquemas de trabajo colaborativo en línea, donde la formación de una identidad colectiva es un asunto secundario (Lliwllapaq Runasimi y Vikipetã). Una forma de trabajo muy frecuente fue la colaboración en pares, por ejemplo en los casos de Kimeltuwe, Wayuunaiki para el Mundo, Yadiko Uruki y, significativamente, también Vikipetã. El proceso de colaboración parece haber sido demasiado efímero en el caso Vamos a Aprender Mixteco donde el proyecto tuvo un resultado muy concreto y donde las acciones de seguimiento no han consistido (hasta ahora) más que en la presentación pública de la aplicación en varios círculos y medios.

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